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Tratamiento Psicológico del Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)

¿Qué es el trastorno por estrés traumático?

El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) es un trastorno que se puede presentar tras vivir o presenciar un acontecimiento traumático.

Es natural sentir temor durante una situación traumática o después de ésta. Este temor provoca muchos cambios en el cuerpo en fracciones de segundo para responder a un peligro y para ayudar a evitar un peligro en el futuro. Esta respuesta de «lucha o huida» es una reacción típica que sirve para proteger a la persona de cualquier peligro. Casi todo el mundo tendrá una serie de reacciones después de una experiencia traumática. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperará de los síntomas de forma natural.

 

¿A quiénes les da el trastorno por estrés postraumático?

A cualquier persona le puede dar el trastorno por estrés postraumático y a cualquier edad. No todas las personas con trastorno por estrés postraumático han pasado por una situación peligrosa. Algunos acontecimientos, como la muerte repentina o inesperada de un ser querido, también pueden causar el trastorno por estrés postraumático.

 

¿Cuáles son los síntomas del trastorno por estrés postraumático?

Los síntomas suelen comenzar en los tres primeros meses después del incidente traumático, pero a veces empiezan más tarde. Para que se considere que se trata del trastorno por estrés postraumático, los síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir con las relaciones o el trabajo. Debe tener al menos uno de cada categoría de síntomas presentados a continuación durante al menos un mes:

Síntomas de reviviscencia: Los síntomas de reviviscencia pueden causar problemas en la rutina diaria de quien los presenta. Estos síntomas se pueden generar de los pensamientos y los sentimientos de la propia persona. Las palabras, los objetos o las situaciones que hacen recordar el episodio también pueden desencadenar síntomas de reviviscencia. Son los siguientes:

  • Volver a vivir mentalmente el acontecimiento traumático: flashbacks, una y otra vez, incluso con síntomas físicos como palpitaciones o sudoración
  • Pesadillas
  • Pensamientos aterradores

Síntomas de evitación: Aquellas cosas o situaciones que hacen recordar la experiencia traumática pueden desencadenar síntomas de evitación. Estos síntomas pueden hacer que la persona cambie su rutina personal. Por ejemplo, después de un accidente grave de automóvil, alguien que generalmente conduce puede evitar conducir o montarse en un automóvil. Son los siguientes:

  • Mantenerse alejado de los lugares, los acontecimientos o los objetos que traen recuerdos de la experiencia traumática
  • Evitar los pensamientos o los sentimientos relacionados con el acontecimiento traumático

Síntomas de hipervigilancia y reactividad: Los síntomas de hipervigilancia suelen ser constantes, en lugar de ser ocasionados por algo que trae recuerdos de la experiencia traumática. Estos síntomas pueden hacer que la persona se sienta estresada y enojada. También pueden dificultar las tareas diarias, como dormir, comer o concentrarse. Son los siguientes:

  • Sobresaltarse fácilmente
  • Sentirse tenso o “con los nervios de punta”
  • Tener dificultad para dormir o arrebatos de ira

Síntomas cognitivos y del estado de ánimo: Los síntomas cognitivos y del estado de ánimo pueden comenzar o empeorar después de la experiencia traumática. Estos síntomas pueden hacer que la persona se sienta aislada o distanciada de sus amigos o familiares. Son los siguientes:

  • Problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática
  • Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo
  • Sentimientos distorsionados de culpa o remordimiento
  • Pérdida de interés en las actividades placenteras

 

¿En qué consiste el tratamiento psicológico del TEPT?

Hay diferentes enfoques de tratamiento según el profesional que dirija el caso. Aquí nos basamos en la Terapia cognitivo-conductual. Estas intervenciones incluyen:

  • Programación de Actividades Agradables.
  • Terapia de Exposición. Consiste en ayudar a la persona a enfrentarse, de forma gradual y progresiva, al acontecimiento traumático. La Terapia de Exposición, según nuestro Protocolo (Psicología Clínica Aplicada) se haría de la siguiente forma:
  1. Exposición al suceso traumático mediante el relato detallado por parte de la persona de todo lo que le ocurrió, incluido lo que pensó y las emociones que experimentó. Se le da la instrucción de que cuente lo que le ocurrió. El terapeuta se limita a escuchar y tomar notas. Finalizado el relato, se le pregunta a la persona sobre el Nivel de Ansiedad que ha experimentado durante la narración del suceso, entre 0 y 10. Si la narración del suceso ha tenido una duración inferior a 25 minutos, se le dice que lo vuelva a contar. La duración de estas sesiones de exposición debe estar entre 25 y 60 minutos. Estas sesiones de exposición deben hacerse con una frecuencia mínima de 2-3 veces a la semana. Una vez transcurren varias sesiones de exposición, el Nivel de Ansiedad habrá disminuido de forma significativa, por ejemplo, pasando de una media de 9 a una media de 3. Pasamos a la siguiente fase de la exposición.
  2. Con los datos que hemos obtenido sobre el suceso traumático a partir de la fase anterior, elaboramos un Relato de Exposición. Seguimos el mismo proceso, con 2-3 sesiones semanales, pero, en este caso, es el psicólogo quien lee el relato al cliente. A esta técnica se le llama Inundación en Imaginación. Igualmente, mantenemos una duración de las sesiones entre 25 y 60 minutos. Después de leerle a la persona el relato y animarla a que se imagine los acontecimientos que le estamos narrando, se le pregunta el Nivel de Ansiedad de 0 a 10 durante la exposición. Igualmente, en cada sesión hay que exponer al relato las veces necesarias para conseguir la duración mínima de 25 minutos. Es decir, si cada narración durase 5 minutos, habría que repetirla, como mínimo, 5 veces. Durante esta fase de la exposición es esperable que los niveles de ansiedad sean inferiores a los de la fase anterior. Cuando, tras varias sesiones, el nivel de ansiedad durante los relatos haya disminuido significativamente, se pasa a la siguiente fase.
  3. En esta fase, se continúa con la exposición al relato que hemos elaborado, pero las sesiones las lleva a cabo la persona sola, en su casa, leyendo el relato escrito.
  4. Ahora pasamos a otra forma de exposición llamada Exposición Gradual en vivo con prevención de respuesta. Se hace una relación con todos los estímulos que se evitan o producen ansiedad y se programa la exposición a los mismos. Ej. en TEPT por accidente de tráfico: Conducir, viajar de copiloto en un coche, escuchar noticias sobre accidentes de tráfico, ver imágenes en vídeo sobre accidentes (pueden servir escenas de películas de acción), etc.
  • Terapia cognitiva para el TEPT.
  • Terapia de exposición narrativa.
  • Terapia de exposición prolongada.

Estas intervenciones deben basarse en un manual validado, ofrecer en torno a 8-12 sesiones (y ampliar según la gravedad del caso), ser dirigidas por profesionales entrenados y bajo supervisión continua y deben incluir: la psi coeducación sobre las reacciones traumáticas, las estrategias para controlar la hiperactivación, los flashbacks y la planificación de ambientes seguros, el procesamiento y elaboración de los recuerdos traumáticos, el procesamiento de emociones relacionas con el trauma, incluida la vergüenza, ira, culpa y duelo, la reestructuración de los significados relacionados con el trauma vivido por el individuo, el entrenamiento en estrategias para superar las conductas de evitación, adoptar un enfoque para restablecer el funcionamiento adaptativo, contemplar la preparación para el final del tratamiento e incluir sesiones de refuerzo en caso necesario, antes fechas significativas.

Antonio Luis Maldonado Cervera

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